EL SEGUIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE LA REHABILITACIÓN DE LA CASA DEL SACRISTÁN


            Por interés de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Corral de Almaguer, con representación de su párroco D. Jesús Serrano Ruiz se realizó la correspondiente propuesta de seguimiento arqueológico de la rehabilitación de la casa del sacristán, situada en la c/ Ánimas, 1 de Corral de Almaguer (Toledo), con el objetivo marcado de llevar a cabo el control preventivo de un área de rehabilitación destinada a zona de aprovechamiento social basada en el Patrimonio Arqueológico. Por tanto, se encamina hacia la valoración del estado y respeto de los restos existentes (paramentos y contrafuertes) así como los que pudieran hallarse, sin dejar a un lado los objetivos científicos lógicos de una intervención urbana de estas características desarrollada sobre uno de los ámbitos de mayor interés para el conocimiento de la población.

            La iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción se sitúa en la zona céntrica de la población, en lo que denominaríamos como “casco antiguo”, a tenor de las referencias bibliográficas que situaban una cerca o muralla alrededor del pueblo y que se encuentra cercano tanto a las arterias principales del municipio como a edificaciones relevantes.  

En lo que se refiere a la  iglesia parroquial se trata de un edificio de estilo gótico de transición al plateresco; propiedad del Arzobispado de Toledo y declarado BIC con categoría de monumento desde el año 1931. Su fábrica es de mampostería, con restauraciones en cemento color ocre, que luce en sus paramentos este y sur, ya que los otros están ocultos por distintas edificaciones adosadas.

 

            La intervención se realizó en la zona situada en la parte oriental de la parroquia, conocida como casa del sacristán (con 118,35 m2 de superficie), que estuvo dedicada a este uso durante muchos años y que hoy día se encontraba abandonada con el consiguiente deterioro del mismo. Tiene su acceso por la calle de las Ánimas y los paramentos que la delimitaban estaban constituidos de mampostería en su parte inferior, que había sido revestida de numerosas capas de cal sobre las que se crearon unos bultos de yeso, también encalados (que servían para evitar que los niños jugaran a la pelota y que aparecen en otras edificaciones de la población) –en la parte media- y en su parte superior, mampostería enlucida, que remata una cornisa.

 

El Proyecto Básico, realizado por el arquitecto Fco. José de Vicente García-Ochoa y ejecutado por la empresa de construcción de Santiago Martínez Amores, a quienes hay que agradecer todas las facilidades que nos han dado para realizar este trabajo, preveía la rehabilitación integral del edificio, evitando así su deterioro, dotándolo de dos plantas, con acceso a la superior mediante una escalera, así como de instalaciones accesorias (baños, recibidor, salas, etc).

 

Ante la posible incidencia de las obras de colocación de la escalera, que necesitaría una pequeña cimentación en la que apoyarse y le realización de zanjas para saneamientos, era preciso mantener la supervisión y control de estos trabajos, especialmente los que afecten a la remoción de tierra con el rebaje entre 40 y 70 cms. para, a continuación, realizar  pequeñas zanjas de cimentación que alojen las estructuras (placas y parrillas) de sujeción de la escalera, así como del seguimiento de trabajos en paramentos y contrafuertes; para tomar las referencias de altura se estableció el punto 0 de la excavación en la pared interior, junto a la jamba derecha de la puerta, a 1 m. de altura.

En primer lugar se llevó acabo el seguimiento del desmonte del suelo del inmueble, que se realizó en dos partes (primero la zona sur-este y después la zona nor-oeste), debido a la escasez de espacio existente, que albergaba los materiales propios de la obra.

Estos trabajos se realizaron con medios mecánicos (pistolete eléctrico) y manuales (pico y pala); el relleno que se obtuvo correspondía en su primera capa, de 3-4 cms., de cemento y debajo se depositaba una tierra marrón, echada en su día para rellenar el terreno, entre la que aparecen revueltas piedras propias de la sierra de la localidad, junto con intrusiones de carbón y algún resto cerámico actual.

 

En la zona nor–oeste, aparece un tierra negra de relleno con distintos fragmentos de materiales contemporáneos que abarcan desde la loza común hasta clavos, plásticos, latas,  etc. y algún resto óseo; no olvidemos que al ser una zona aneja a los muros de la iglesia parroquial no estaría exenta de algún enterramiento, que fue destruido al ser habitado este espacio durante largo tiempo por el sacristán y su familia, que crearían, a su vez, nuevos estratos y materiales  de colmatación del terreno..

Se han realizado un total de cuatro zanjas a través de medios manuales, que alojarán los zunchos de la cimentación. Los rellenos que aportaron consistieron en tierra marrón cara con mezcla de yesos, piedras de pequeño y mediano tamaño, restos óseos muy fragmentados y algun fragmento de teja.

Se han realizado un total de tres huecos para alojar las placas de anclaje y parrillas de ferralla, que nos han aportado unos rellenos de tierra marrón, yesos, arenas y alguna piedra. En una de ellas se llegó al terreno natural (0,60 mts.).

Hay reseñar dos huecos más que se abrieron en el terreno que correspondían a las arquetas de desagüe cuyos materiales de relleno contenían tierra marrón y alguna piedra.

 

Además se han llevado a cabo labores de seguimiento en el tratamiento de muros (tanto externos como internos), donde aparecieron sendos muros que correspondían a los cimientos de los contrafuertes que quedan integrados en el espacio interior del inmueble.

 

Ambos elementos arquitectónicos fueron limpiados y consolidados (en el caso de los paramentos).

 

 

 

 

 

 

 

   

 

En el caso del de los muros exteriores se realizó la intervención en el que esta anejo a la fachada principal del inmueble. Este, presentaba un estado de deterioro importante, además de contener una serie de abultamientos, realizados en cal, que deslucía el citado muro. Se solicitó el pertinente permiso, por parte de la Dirección facultativa de la obra, para su supresión, que finalmente se produjo, llevándose a cabo su picado total y la consiguiente restauración, utilizando cemento blanco y arena devolviéndole así su apariencia original.

El otro de los paramentos exteriores en el que se intervino fue el muro exterior del propio inmueble, que fue derribado y nuevamente edificado realizándose en ladrillo y enfoscado con la misma masa de cemento blanco, mezclado con arena, que lo distingue de la fábrica de piedra en la que está realizado el paramento contiguo de la iglesia. Su parte inferior, hasta aproximadamente un metro de altura, está realizada en mampostería.

El control arqueológico tenía como objetivo aportar la información necesaria que la intervención arquitectónica pudiera generar, para permitir los  trabajos en el inmueble consistentes en la rehabilitación de la edificación existente y la reconstrucción de la cubierta para la que se realizarían zanjas que podían afectar al patrimonio arqueológico.

 

A la vista del seguimiento de los trabajos realizados podemos concluir que la realización del desmonte del terreno y el zanjeo del mismo no han detectado ningún hallazgo de importancia que afecte al patrimonio arqueológico, así como se ha realizado con todo rigor la restauración de muros y contrafuertes respetando su construcción original, de manera que se puede distinguir la obra restaurada de la nueva edificación, que ha quedado acorde con el proyecto inicial y tendrá el uso socio-religioso esperado por sus promotores,

 

                                        Zacarías López-Barrajón Barrios        

                                                                                                (Historiador/Arqueólogo)